El
futbolista de General Cabrera Pablo “Cholo” Guiñazú anoche se quedó con las ganas
de lucir la camiseta Argentina en el partido amistoso frente a Brasil debido a
la suspensión del encuentro por falta de luz.
Era irónico
semejante despliegue para un partido de fútbol en una provincia donde los
hermanos aborígenes se mueren de hambre, la provincia con mayor tasa de
desnutrición y mortalidad infantil y menor acceso a la salud pública; provincia
comandada por el “vocero” de los gobernadores K Jorge Capitanich.
El partido
que debían jugar anoche los seleccionados de fútbol de Argentina y Brasil, en
el estadio Bicentenario de Resistencia, por la revancha del Superclásico de las
Américas, se suspendió por falta de iluminación, según lo confirmó Germán
Lerche, el presidente de la delegación del equipo nacional.
‘Se esperó
un tiempo prudencial (70 minutos) y lamentablemente no se pudo solucionar el
desperfecto lumínico. Es algo ajeno a nosotros‘, le dijo Lerche a Télam. ‘Los
jugadores de Brasil tienen que volver a su país y nosotros debemos devolverles
los futbolistas a los clubes‘, agregó el titular de Colón de Santa Fe. Y cerró:
‘Nunca pensamos en jugarlo mañana (por hoy). Aún no se definió si se jugará en
otra fecha‘. Previamente, a las 22.31, el chileno Enrique Ossés, encargado de
arbitrar el clásico, había señalado: ‘Esperamos un tiempo prudencial y no se
solucionó el tema de la iluminación. Con esta luz no se puede jugar. Vamos a
esperar a las 23 porque me dijeron que se iba a arreglar‘.
Y en
relación a ese tema, a las 23, Guillermo Tofoni, agente FIFA y titular de la
empresa World Eleven (agente oficial de los partidos del seleccionado
argentino), sostuvo en un principio: ‘se tiene que jugar hoy (por ayer) o
mañana (por hoy). Pero tendría que ser a la tarde para no arriesgarnos a esto (por
el corte de energía) de nuevo‘.
Pero de
inmediato se desligó del tema y se corrigió: ‘Esto es ajeno a la organización.
Ya buscaremos una nueva fecha‘. ‘Llevamos 200 partidos internacionales como
agencia y nunca pasó esto. Alguna vez iba a suceder. Y lamentablemente fue en
una provincia (Chaco) que apuesta fuerte al deporte. Es una pena por la gente‘,
se lamentó. A esa altura de la noche,
todos los jugadores, tanto argentinos como brasileños, ya pensaban en el
regreso a sus respectivos clubes para jugar durante el fin de semana.
‘Los
brasileños tenían que estar sí o sí en San Pablo a las 2.40. No se podía
esperar más‘, apuntó a su turno Juan Carlos Crespi, vicepresidente de Boca
Juniors e integrante de la delegación nacional. La razón de la suspensión:
problemas en las torres de iluminación de la platea Sur. Funcionaban apenas 8
de los 60 focos de la zona. Lo más particular es que nunca se notó aunque sea
una leve mejoría en el sistema lumínico y la espera por parte del árbitro se
dio más que nada por respeto al público. Seguramente ahora vendrá una
investigación para saber qué falló y cuáles son los responsables de semejante
papelón. En tanto la gente, que no llegó a completar la capacidad del moderno
estadio, mostró su fastidio silbando cuando se conoció de manera definitiva la
suspensión. Es la primera vez que ocurre algo así en este clásico sudamericano.
Así, aún manda Brasil por el 2-1 de la ida jugada en Goiania hace dos semanas.
Y la definición del duelo entre argentinos y brasileños, por ahora, quedó
incierta.
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