La policía investiga por estas
horas una serie de ilícitos que por la modalidad del delito y la cercanía
geográfica de los hechos no se descarta que guarden relación entre sí.
Durante la jornada del domingo
autores ignorados sustrajeron una pantalla de computación de nueva generación
de la oficina concesionaria de venta de boletos de la Nueva terminal de Ómnibus
de nuestra Ciudad.
El pasado sábado por la mañana,
mientras la familia Acevedo de General Cabrera se encontraba trabajando en su
comercio del Boulevard Buenos Aires, autores ignorados ingresaron a su vivienda
del Barrio “Hipódromo” en un horario cercano a las once de la mañana y
sustrajeron una notebook y alhajas que
en su mayoría eran recuerdos familiares de caro valor sentimental más que
material.
Cuando la semana pasada los cabrerenses escuchábamos el reportaje que
el periodista Víctor Machuca le realizaba al constructor oriundo de Bolivia,
radicado en Cabrera, Waldo Romero su voz denotaba impotencia, la impotencia
propia de una persona que ya sufrió tres robos de elementos de valor que
llevaba en su camioneta, no solicitaba recuperar bienes materiales, pedía que
le ayudaran a recuperar un cuaderno, donde llevaba las anotaciones de las obras
en construcción que lleva adelante. Una muestra más de la impotencia que a
veces sentimos; una persona de trabajo, cansado de que quienes nunca trabajan
entorpezcan su vida; ojalá recupere su cuaderno y ojalá no haya más “Waldos “
que tengan que sufrir la amenaza de los amigos de lo ajeno.
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