Después
de la tristeza que nos produjo a los cabrerenses enterarnos que Julio Buffarini
no viajaba a Brasil junto a la selección, tuvimos la inmensa alegría de ver
otro representante de nuestra Ciudad, a Pablo “Cholo” Guiñazú como titular en
este encuentro frente a Brasil.
El
seleccionado de fútbol de la Argentina, compuesto por mayoría de integrantes
que actúan en el ámbito local, cayó agónicamente anoche ante su par de Brasil,
por 2 a 1, en amistoso jugado en la ciudad de Goiania. En el marco del primer
Superclásico de las Américas, el combinado `verdeamarelho` festejó en tiempo de
descuento, cuando el empate ya parecía sellado.
Una
mano de Leandro Desábato en el área, cuando el equipo de Alejandro Sabella se
había retrasado, tal vez, en forma desmedida, le permitió al astro Neymar
cambiar penal por gol y maquillar la bronca que el público local había exhibido
por el rendimiento del once de Mano Menezes, el cuestionado DT de la
`Verdeamarelha`.
En
el primer tiempo, a los 19m., Juan Manuel Martínez estableció la apertura del
tanteador, tras una buena maniobra colectiva. Y en esa etapa inaugural, a los
25m., Paulinho, tras una jugada de pelota parada, metió la igualdad
transitoria, en posición adelantada.
El
encuentro revancha de esta serie se celebrará el miércoles 3 de octubre, en la
cancha del club Sarmiento de la ciudad de Resistencia, en la provincia de
Chaco. Argentina arrancó con un planteo táctico que ahogó al adversario. Le
quitó dinámica, neutralizó las subidas de los volantes y marcadores y encimó en
la zona central, no dejando libertad para la creación. Por tal motivo, los dos
equipos se soltaron espaciadamente y prácticamente no generaron riesgos en el
primer cuarto de hora inicial. A los 19m., en la primera maniobra bien
hilvanada, el equipo de Sabella cantó gol. Maximiliano Rodríguez inició una
contra y cedió a Juan Manuel Martínez, que descargó rápido con Clemente
Rodríguez. El lateral de Boca devolvió la pelota al ex Velez Sarsfield, que
despachó un remate violento que se tradujo en la apertura de la pizarra.
Parecía
que el conjunto nacional se afianzaba, pero el combinado local empató en una
jugada de pelota detenida. Sobre los 25m., Clemente cometió un foul
intrascendente sobre Lucas. La ejecución, a cargo de Neymar (bien controlado
casi no pesó en el desarrollo), le permitió a Paulinho, con el hombro y en
posición adelantada, sorprender a Oscar Ustari, que se quedó a mitad de camino.
1-1.
Una
vez concretada la paridad, Brasil comenzó a monopolizar la tenencia de la
pelota y se insinuó más peligroso, a partir de la buena tarea de Lucas, el
destacado valor del San Pablo. Igualmente no hubo jugadas claras para marcar
para ninguno de los dos conjuntos y el primer período concluyó con un empate
más o menos lógico.
En
la segunda mitad, el ritmo decreció, el calor provocó cansancios y las
situaciones de riesgo casi ni asomaron. Argentina controló la posesión de la
pelota, el tándem ofensivo (Martínez-Barcos) efectuó una prolija y sacrificada
tarea, aunque le faltó profundidad como para inquietar a Jefferson.
Así
y todo, la más clara de esta etapa estuvo en los pies de Clemente, que demoró
el re
mate y permitió la cobertura, tras una buena habilitación de Rodríguez. Brasil
ya no tenía tanta paciencia para el traslado y el público también la perdió con
el técnico Mano Menezes, a quien le recriminó la salida de Lucas, que, con
altibajos, había sido el mejor jugador de la `Verdeamarelha`. A punto tal que
la `torcida` empezó a pedir por Luiz Felipe Scolari, el DT campeón del mundo en
Japón Corea 2002 y que recientemente fue despedido por el Palmeiras.
Parecía
que el encuentro finalizaba en tablas, pero defender tan cerca del área le
generó un dolor de cabeza a la Argentina. Es que una mano de Desábato (pareció
infracción previa al defensor de Estudiantes de La Plata) fue cobrada por el
árbitro paraguayo Carlos Amarilla y la ejecución de Neymar decretó el 2-1 en
favor de Brasil que, a esa altura, no esperaba absolutamente nadie de los casi
40 mil espectadores presentes en el Serra Dourada
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