2012, sin lugar a dudas el
año en que el futbolista de General Cabrera Julio Buffarini se afianzó en
primera división llegó a su fin, llega el descanso, disfrutar de su familia,
jugar con su hija y mirar cada una de estas fotos para darse cuenta de que un
día el “pibe” de Cabrera cumplió su sueño. La última fecha un empate 0 a 0
frente a uno de los mejores equipos del campeonato
El cierre fue a pura lógica
para los dos: desde hace varias fechas se sabe que un punto no vale igual para
Lanús que para San Lorenzo. Por eso la igualdad tuvo un significado valioso
para el visitante, mientras que los locales terminaron desinflados, como
tristes, persuadidos de que tuvieron la intención de pelear por el título y no
les alcanzó.
Al finalizar el primer
tiempo, la gente de Lanús caminaba sobre una certeza: el equipo se quedó sin
nafta súper en el tramo final del Inicial, como que no había pedido convertir
ante Estudiantes, River y en esa mitad donde lo más sólido que hizo en ataque
fue un disparo de Valeri que salió desviado.
San Lorenzo, por su parte,
como continuando su reconstrucción con orden y paciencia, tuvo en Alan Ruiz una
esperanza. El volante ex Gimnasia y Esgrima hizo temblar a Lanús con un
poderoso disparo desde lejos. Después, Goltz evitó sobre la línea un intento de
Bordagaray, quien en la previa había gambeteado a Marchesín.
El Mellizo Barros Schelotto
le creó a Pizzi un problema táctico con la posición del Pulpito González, quien
al jugar como volante derecho favoreció el continuo pasaje al ataque de Araujo,
lo que tiró a Kannemann y a Bordagaray demasiado para atrás.
La deuda a levantar por el
Granate en el corto plazo -¿será un refuerzo para el torneo venidero?- es
encontrar abundancia de gol en Romero, Castillejos o quién viniese a mejorar el
plantel. Con sólo revisar lo que han metido Ferreyra y Pratto en Vélez o Nacho
Scocco en Newell´s se entenderá más fácil porqué a Lanús no le dio para más que
para redondear una buena campaña. Porque por momentos le sobra juego, pero casi
nunca tuvo abundancia de gol.
Para la segunda mitad no se
produjeron grandes modificaciones en el desarrollo aunque sí se notó un
crecimiento en San Lorenzo, que sin alcanzar una gran producción estuvo bien
cerca de ganarlo. Porque Bordagaray dispuso de un par de jugadas propicias,
sobre todo ese remate enganchado, por arriba de Marchesín, tras recibir un
hermoso pase de Alan Ruiz. Y, sobre todo, con aquella chilena de Masuero que
rebotó en la unión de poste y travesaño.
Tal vez la imagen final de
Lanús sea el desencanto de Valeri, que barrió, impactó en Gentiletti y Vigliano
lo expulsó. Lejos de Migliore, vacío de creatividad y despojado de esa
prepotencia necesaria para intentar vencer cuando nada sale como se espera, el
equipo de los Barros Schelotto se fue apagando con el pasar de los minutos. Y
engarzó el tercer partido seguido sin gritar un gol.
Enfrente, acomodado a los
tiempos que corren, el Santo despidió el 2012 con una conclusión: a varios de
sus competidores en la lucha por permanecer en Primera los está mirando ahora
desde arriba. Sabe que la lucha y la angustia se van a repetir, pero desde la
llegada de Pizzi ha juntado lo suficiente como para vivir algo mejor.
Comentarios
Publicar un comentario