Julio Buffarini el cabrerense
dio su mejor versión en San Lorenzo cuando estaba Caruso Lombardi en el banco.
Y ahora reconoce un bajón en su nivel: "No estoy haciendo lo que venía
haciendo el año pasado. No me vuelvo loco por eso. Estoy tranquilo porque
tampoco vengo jugando mal. Ya lo hablé con el cuerpo técnico". El volante
sabe hay que levantar la puntería después de un comienzo de torneo con empates al hilo.
"Estamos trabajando
mucho en la semana para que Stracqualursi no quede tan solo arriba. Tenemos que
sumar y engrosar el promedio. Necesitamos ganar", dijo Buffarini en Radio
Cooperativa y republicadas en el diario “Olé”.
En La Plata el viernes
Estudiantes y San Lorenzo igualaron 1 a 1. El justo empate en La Plata se
definió por dos imperfecciones: mal rechazo y desvío en Cetto para el 1-0
Pincha y salida a medias de Silva en la igualdad de Gentiletti. El Ciclón sumó
su tercer empate al hilo y sigue sin encontrar el juego.
El empate en La Plata entre
Estudiantes y San Lorenzo tuvo como protagonista un factor ajeno a las
pretensiones de ambos equipos: los errores. Porque en un partido con más lucha
que juego, los dos goles llegaron a partir de imperfecciones en las defensa, de
un lado y del otro. En el arranque, un mal despeje y posterior desvío en Cetto
permitió que Zapata abriera la cuenta y, a poco del final, una imperfecta
salida del arquero Silva facilitó la igualdad de Gentiletti. A ninguno le sobró
mérito para ganarlo y el 1-1 terminó siendo justo.
El fútbol tiene esas cosas.
La semana pasada, en su debut, Cetto había salvado a San Lorenzo contra
Belgrano pero esta vez se dio vuelta la taba. El disparo de Zapata tocó en la
pierna del ex Palermo y la bola se le metió a un Migliore que no podía más que
mirar. Pero contra todos los pronósticos, el local luego resignó la bola y le
entregó la posesión al Ciclón, que sin ideas se cansó de ir en busca del
empate.
Con Pizzi arengando a
garganta viva, San Lorenzo intentó de la mano de Bordagaray (en el PT) y
Piatti, reubicado como doble 5, pero nuevamente sufrió para encontrar el juego.
El partido se fue haciendo burdo (ambos se cargaron de amarillas) pero, cuando
parecía que el resultado era intocable, Nacho acarició un tiro libre y
Gentiletti anticipó a un desorientado Silva.
Cagna, todavía cuestionado,
se fue caliente por los dos puntos que se escaparon sobre el final y para el
Cuervo la igualdad tuvo mejor gusto. Sin embargo, Pizzi sabe que tiene mucho
trabajo por delante: San Lorenzo sumó su tercer empate consecutivo en el torneo
y para empezar a sumar de a tres necesita encontrar sociedades dentro del
campo.
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