El Cabrerense Pablo “Cholo”
Guiñazú sigue sumando minutos en cancha con la selección Argentina, y más allá
de que en cuanto a su edad es mayor que el resto del equipo, en nuestra Ciudad
nos ilusionamos cada vez más de verlo en cancha para el Mundial de Brasil.
Cuando Huguaín debió retirarse
lesionado, Sabella no dudó en hacer ingresar al cabrerense, los periodistas de “Telefé”
analizaron que en cada partido el primer o segundo cambio ingresa Guiñazú,
siempre con el objetivo de impartir movilidad en la zaga central, dichos
comentaristas hablaban del “Cholo” como el titular número 12 de la Selección.
Desde los resultados,
Argentina resulta irreprochable.
La ganancia de éste y del
otro lado de la Cordillera le permitió afirmarse en la cima de las
Eliminatorias. Allá arriba, Brasil parece cada vez más cerca en el horizonte
celeste y blanco. Aunque existe otra garantía, al margen de esos números que
les sonríen a Alejandro Sabella: cuando el equipo resulta opaco en el aspecto
colectivo, sus individualidades iluminan el camino. Entonces, Fernando Gago
mete un pase entre líneas y Lionel Messi hace un gol de papi fútbol. Y Di María
asiste a Higuaín para que Pipita haga un gol de otro planeta. Y si falla la
defensa con recurrencia, surgen las manos de Sergio Romero. Con todo ese brillo
de sus jugadores, la Selección liquidó a Chile y volverá a competir en marzo
con un colchón de puntos ideal.
Tal vez, los minutos más
sufridos en esta Eliminatoria fueron los primeros 20. Es que en el juego el
equipo de Sabella resultó desbordado por todas partes por Chile. No encontraba
la pelota en ese lapso la Selección y se metía atrás, no por iniciativa propia.
A esa situación la empujaba Chile, decidido a mostrar que todavía tenía fichas
por jugar y que respaldaba a su cuestionado técnico Borghi, como si quisiera
darle señales al Bichi para que desistiera de renunciar.
Sufrió por los costados
Argentina . La lesión de Rojo obligó al ingreso de Campagnaro (central en el
Napoli) como lateral derecho y al traslado de Zabaleta a la izquierda, con
perfil cambiado. Gago y Mascherano no resistían en el medio. Di María
colaboraba poco. Y Chile lastimaba , en especial soltando a sus marcadores
laterales. Por la izquierda, Beausejour, quien habitualmente no arranca desde
tan atrás, terminaba casi de puntero. Y por la derecha, Mauricio Isla era pura
determinación. Cada ataque lo manejaban entre Matías Fernández y Alexis
Sánchez, quien se movía libre y desequilibraba como hacía tiempo no lo lograba.
Esa imagen colectiva
interesante que había dejado Argentina ante Uruguay se deshilachaba. Tras una
corrida de Messi que tiró afuera Di María en el primer minuto, todo fue de Chile.
Desbordó Beausejour, quedó solo Medel, pero pateó al cuerpo de Romero, quien
igual tapó muy bien. Desbordó Isla y cerró justo Federico Fernández (el más
firme atrás) cuando dos esperaban para empujarla. Gran desborde de Isla, tras
pared con Alexis, centro, cabezazo en soledad de Mark González y gran atajada
de Romero. Otro cabezazo de Beausejour, de buena posición, sin dirección. Casi
todas chances más fáciles de concretar que de fallar. Llamativas las
dificultades de Chile para definir.
Le faltó esa contundencia y
esa jerarquía individual que a Argentina la salva y le sobra del medio hacia
arriba. Y si un equipo así, muy frágil en defensa, no convierte, lo más
probable es que culmine muy dañado.
Lo que Agüero no hizo en un
mano a mano tapado por el arquero Pinto, lo logró el mejor del planeta: Messi,
quien tras un pase de novela entre líneas de Gago, frenó, enganchó haciendo
pasar de largo a Jara y definió con zurda. Enseguida, vino un notable pase de
Di María cruzado, Higuaín la recibió abierto por la derecha, encaró arrasando a
Marco González y a Jara, y la colgó de un ángulo también con un zurdazo. Esas
respuestas mágicas de Gago, de Messi y de Higuaín explicaron el resultado. vAunque
parecía arrodillado, igual Chile insistió siempre, pero con menos claridad. Lo
preocupante de Argentina es que siempre le costó salir de su área y le pisaron
demasiado esa zona, hasta con el 4-4-2 hecho por la lesión de Higuaín y el
ingreso de Guiñazú. Felipe Gutiérrez, en tiempo adicional, descontó para hacer
más real el resultado. Para que Argentina no se engañe con sus números y con
ese ataque que dibuja una victoria en el instante menos pensado.
Comentarios
Publicar un comentario